Ya por la mañana se nota mucho el calor, desde cuando me levante cada rato bebo un poco de agua. Hasta el pistoletazo he bebido casi tres litros de agua.
En el campo de futbol veo a Emilio y me comenta que quiere hacer el tramo hasta Arriate para probar la rodilla a la cara de GTP.
Salida cómoda y tranquila, me da igual el ritmo, no hago cambios bruscos de ritmo no zigzagueo, pero si encuentro el hueco alargo un poco la zancada y adelanto la gente. Veo a Emilio y me pego a el, lleva un ritmo bueno y me resulta cómodo. Los siguientes kilómetros vamos adelantando poco a poco la gente, bebiendo cada rato el agua, ya que tenía claro que es uno de los puntos clave para poder llegar a meta. Emilio comenta que llevamos un ritmo bastante fuerte, Luego pregunto a uno que lleva gps y resulta que vamos a 4:43. Aunque voy cómodo me asusta un poco el ritmo. Antes de llegar a Arriate hay un tramo muy favorable para correr, al lado de vía de tren hay un tramo llano y luego la bajada hasta el pueblo. Es el sitio donde es posible ganar algo de tiempo. Aprieto un poquito y aunque muscularmente voy bien, me hidrato bien, algo raro me pasa, que no sé que es. Bueno, incluso hoy no tengo muy claro que es lo que me pasaba, pero llegue a Arriate un poco "atontado" pude correr bien sin molestias, pero notaba algo raro en sistema nervioso o yo que sé. Supongo que esto era vinculado con el calor y falta de aclimatización. En pueblo me espera mi familia y gran parte de GGM y acompañantes (este nombre del Club está muy bien elegido en todos los sentidos).Me paro un ratito, bebo, cojo bidón lleno y sigo adelante
Comienza la primera subida fuerte y noto que las piernas no van, así que no insisto, corro y ando para descansar. Otra cosa que me dejaba intranquilo era que en Arriate iba en la posición 12. Me parecía que no es mi sitio en la carrera y que al final esto pasara la factura.
El tramo del km 40 - 50 en teoría es muy bueno para correr y recuperar el tiempo perdido en la subida pero aquí me espera una sorpresa en estos avituallamientos me dejan de beber solamente un vaso de agua y otro de acuarius que por cierto está lleno hasta mitad. Me dicen que no se puede llenar el bidón ni nada para que no falta a los que van atrás. Claro que tiene sentido lo que dicen pero, les digo que vivimos en la época de los teléfonos y si hace falta mas líquidos que llamen centro de organización que manden mas ya que como pueden restringir el agua si nos toca correr con treinta y muchos grados. En principio no es una carrera en autosuficiencia. A mi modo de ver las carreras, me da igual la camiseta, la medalla etc, pero no debería faltar el agua, que esto puede ser peligroso. En fin no discuto mas porque supone pérdida de tiempo o incluso descalificación y sigo adelante.
Falta de agua me desanima, paso calor, bajo ritmo para evitar sudar en exceso pero sigo corriendo. De este tramo no puedo escribir mucho ya que toco correr en la parte más calurosa del día sin sombra y encima no había viento. La tierra parecía plancha y yo el filete. Iba mareado y con sensación de estar perdido por el camino. Me ha parecido todo eso un poco surrealista. Dudo si en estas condiciones llego a meta, adelanto a alguno y veo que no soy el único que lo pasa mal. Yo sigo con mi ritmo arrastre pero sin ponerme a andar.
En kilómetros 50 –75 me recupero pillo alguna cisterna con agua acerosa bebo hasta que me sale por las orejas y en unos minutos recupero, además ayuda el perfil que es bajada y llego a Setenil. Allí me espera Daria y gran animación de la gente en los bares debajo de la roca. Paso por el punto de avituallamiento sin querer ya que tengo todo lo que necesito. Es el sitio donde pierdo el tiempo sin sentido. Muchos de estos kilómetros comparto con Juanma de Club Km1 de Ronda (el año pasado entró 4º), aunque es difícil coincidir ya que yo subo mejor y el en las bajadas es más rápido, no puedo alargar la zancada por el tema de calambres, que por cierto en esta carrera los controlo bastante bien.
Voy bien y afronto en condiciones la segunda subida fuerte aunque ya noto bastante el paso de los kilómetros y cansancio acumulado que es inevitable. Bajada rápida al cuartel quizá demasiado rápida, porque en seguida me noto de nuevo demasiado cansado pero allí se que me espera de nuevo Daria y equipo de GGM. Krisma y Emilio me esperan un poco antes y compartimos unos metros, me animan y dan los datos de otros corredores. Por un lado tengo ganas de apretar y pillar alguno si es posible pero por otro lado se que estoy luchando por otro objetivo - seguir lo más fuerte posible pero sin pasar, ya que petada en estas condiciones casi seguro significa continuar andando hasta la meta o abandono.
Por fin tengo excusa para parar, Kike me espera con una botella de dinamita, digo con agua y sales que no sé qué es exactamente pero bebo todo ya que mi cuerpo parece frutos secos.
Aparte de agua lleno también los depósitos de energía, ayuda mucho ver un grupo de amigos muy contentos y diciéndome que estoy haciendo muy buena carrera. En este sitio voy 6º ó 7º si no me equivoco.
Queda un poco más de media maratón, parece poco pero es la parte más dura de la carrera, con dos subidas importantes. El año pasado estos últimos 20 kilómetros me dejaron totalmente KO.
Llego a cuartel, pero con bidón lleno no entro y sigo adelante. La salida del cuartel se me atraganta igual que el año pasado (mal empiezo, pienso). He esperado unos 15 min para ver como absorbo las sales y si no me dan problemas pero parece que todo va bien y encima noto que de nuevo recupero. Como todo va bien decido meter otra bomba para dentro. Una botella de estas que prometen 5 horas de energía y que hace un par de semanas probó FyH. Me da un poco miedo ya que Miguel criticó bastante este suplemento, pero lo probó en otras condiciones así que arriesgo y bebo bote entero.
No note nada de impulso de golpe pero las sales y quizá la botellita me reponen la fuerza. La subida a Ermita afronto bien corriendo todo lo corrible dentro de mis posibilidades. Corono la subida y en seguida estoy listo para correr a buen ritmo. Por el kilometro 84 tengo a la vista un corredor, por el ritmo que lleva estoy seguro que no es duatleta, va demasiado rápido. Que conste que no digo que los de duathlon son los paquetes, pero a estas alturas de la carrera los que quedan en la cerrera son los que trotan o andan.
Aprieto el ritmo y me acerco, la camiseta de Corduba Trail me confirma que es de mi modalidad, aparte de eso que está mirando muy a menuda para ataras para ver si me acerco.
Y si, me acerco, le adelanto parece que no va lesionado, pero le fallan las fuerzas. Por el apretón tampoco me quedan muchas jaja pero le mantengo atrás. En seguida de nuevo veo los ggmeros. Krisma y Kike me acompañan en un repecho (Cueva del gato) y soy totalmente insociable en este momento, voy andando y ahogado. Los dos lo aprovechan para darme ánimos y los datos técnicos donde está el de adelante. Me resulta dura la subida. Subiéndola lentamente, pienso que ellos aunque no llevan dorsal disfrutan igual de la carrera que competidores, pero sin sufrimiento. Parecen entretenidos igual como si estuviesen viendo un partido de futbol. Pienso que estos tíos están locos. Esto me hace reír, pero solo por dentro ya que por fuera tengo pinta de "no puedo más". Pero es un momento muy importante, de nuevo funcionaba fábrica de endorfinas, que es otro punto clave en las carreras. Por fin termina el repecho, unos metros andando para recuperar la respiración y de nuevo a correr. Estos kilómetros son buenos para correr y las pequeñas cuestas las hago corriendo porque quiero ganar ventaja al que he adelantado y aprovecho que en seguida estaba recuperado. Donde termina el bucle en La indiana veo a cuarto corredor, se que dentro de poco empezaran subidas fuertes y no tengo tiempo para perder, aprieto y en pocos minutos le recorto unos 200 metros, me acerco a unos 30 metros y es el momento donde me ve. Aprieta y le sigo, pero al final no aguanto, ya que me canse bastante en los últimos kilómetros. Justo antes de la Subida de Cachondeo aprieta y yo no puedo responder, es donde saca la ventaja y se que después de la cuesta por la ciudad ya quedan pocos metros para pilarle y me rindo, subo tranquilo la cuesta, ya que no veo ningún corredor atrás. Entro a Ronda corriendo pero necesito un respiro y aflojo, miro el reloj y veo que se me va el tiempo, aun así aprieto todo lo que puedo hasta la meta, no sé qué ritmo llevaba pero me parecía que hasta corro a buen ritmo que a la vez me dio de pensar que he guardado demasiado. El último kilometro impresionante, merece todo el esfuerzo. De nuevo veo a los GGM, calle llena de gente aplaudiendo, momentos para disfrutar, pero se me ha ocurrido que hay que dejarlo todo en la carrera y apreté todo lo que pude, así que si alguien me ha sacado la foto en este tramo seguramente tengo cara que da susto, jajaja...